viernes, 15 de enero de 2016

Las Casualidades ¿?

¡Hola!

Ha pasado ya mucho tiempo desde la última vez que escribí unas líneas por aquí,  y la verdad, es que tenía, bueno, y sigo teniendo, muchas ganas de seguir compartiendo todo lo que día a día vamos descubriendo Julia y yo.  El único rato que podía dedicar a contaos alguna cosilla era la noche, y cada vez se me hacía un poco más tarde. Al volver a quedarme embarazada la cosa se complico todavía un poco más y tuvimos que bajar la persiana por un tiempo.

Pero ahora que Julia ya tiene tres años!!!, y Lucas ya sobrepasa el primero, nos sentimos con fuerzas para seguir contando, aunque sea de vez en cuando, nuestras historias.

Y por donde continuar..., por el "proyecto" que desde hace ya un tiempo ha sido el centro de nuestras ilusiones, y que poco a poco ha ido cogiendo forma, adquiriendo una inercia imparable, habiéndose convertido ya en algo muy bonito y especial, un "proyecto" al cual sin duda, todavía le queda mucho camino por recorrer, y sobre todo, mucho esfuerzo por aportar  y muchas satisfacciones por recibir.

Este año Julia comienza la escuela, pero va a ser una escuela diferente. Os cuento...

Las "casualidades"

En la vida, a veces, las casualidades van marcando tu camino, y conforme vas avanzando por el, te das cuenta de que en realidad esas casualidades no son tales...

Hace dos años, en el Grupo de crianza del que tanto os he hablado y que tanto me ha ayudado a acompañar a mi hija en estos tres años, invitamos a Marisa: una madre y profesora de primaria de Calahorra que conocía y aplicaba en su casa con su hija un método de "enseñanza" diferente, que nos definió como Método Montessori. Marisa, nos dio unas pinceladas sobre el método y nos hizo alguna demostración de como se presentan y utilizan materiales "montessori"... pero sobre todo nos dio a conocer la filosofía del mismo. Fue suficiente para que nos entrara la curiosidad y empezamos a leer y leer cosas sobre María Montessori, creadora del método, una maravillosa e inteligente mujer italiana,  que hace ya más de ¡¡¡cien años!!!, supo desde las observación de los niños idear un método que respetara el ritmo individual de cada niño.  Todo encajaba (Pikler, Baby leed weaning, Carlos González, Laura Gutman...) Todo lo que hasta entonces habíamos estado haciendo con Julia desde nuestro instinto guardaba relación con la "filosofía" Montessori.

Así que dimos un paso más y empezamos practicar el método con materiales caseros. Julia estaba encantada y yo cada vez más motivada. Poco a poco fuimos adaptando la casa, (poniendo al alcance de Julia todo dentro de lo posible)  y nuestra forma de hacer a esta filosofía. Además de todo esto continuábamos "dejándola" para fomentar su autonomía.

Mientras tanto, nos seguía "lloviendo" información por todos los lados, de vez en cuando esa lluvia te empapaba del todo, relatos como los del documental "Enséñame pero bonito",  iban consiguiendo que ese cosquilleo que sentíamos al principio por Montessori, se convirtiera en algo más...,

En enero comenzamos a ir con Julia a Ingles en Calahorra, y al entrar el primer día, allí estaba Marisa con su hija. Hablando y hablando, ella me dijo que seguía haciendo Montessori en casa con su hija y que no la había llevado a la escuela, me comento también, que existía la posibilidad de que para el curso siguiente, se pusiera en marcha una escuela en Calahorra, impulsada por varios profesores de la zona. Ahí mi cabeza empezó a pensar. Yo no me veía capacitada para seguir en casa con el método pero por otro salir de Peralta todos los días para ir a una escuela,  siendo Lucas tan pequeño, lo veíamos muy complicado. Por entonces, que Julia fuera a una escuela Montessori, lo veíamos tan bonito como lejano.

Se puede decir, que la gota que "colmo la jarra" ;-), fue cuando ya en primavera, nos enteramos que en un pueblo perdido de Soria, Fuentelfresno, había una pequeña escuela llamada Papoula, la cual iba a hacer una jornada de puertas abiertas, así que para allá que nos fuimos. Hacia un día soleado, el primero después de unos cuantos fríos días, y todo lo que veíamos, oíamos y sentíamos nos llegaba, también es verdad que íbamos predispuestos a ello, pero el ver aquella escuela, y sobre todo, compartir una mañana con sus alumnos, hizo que ese algo más..., se convirtiera en pasión... .

Esa "pasión", hizo que siguiera dándole vueltas y vueltas al asunto, vueltas que cada vez se acercaban más a una idea, hasta que un día, hablando con Jesús mano a mano sobre el tema, nos hicimos una pregunta; Oye, ¿Y si ponemos en marcha una escuela Montessori en Peralta?. La respuesta fue; ¿Y por que no?...