Dificultades con el BLW

Comenzar con el BLW no es fácil. Al principio, como os comenté en el post "Baby led weaning" Introducción, te asaltan muchas dudas y no pocos miedos.

Aunque delante de Julia, siempre hemos tratado de mantener la calma y aparentar tranquilidad, confiar en su destreza nos ha llevado su tiempo.

Los primeros días, todo marchaba a las mil maravillas. Julia intentaba coger la comida, pero a pesar de su perseverancia, no conseguía llevarse nada a la boca. Para ella era como un juego, y nosotros así nos lo tomamos. Si no comía nada, pues nada pasaba, ya que al seguir tomando teta a demanda, sabíamos que estaba muy bien alimentada. (Los expertos recomiendan que la principal fuente de alimento durante el primer año sea la leche materna).

El miedo y la tensión comenzaron cuando pasadas dos semanas, Julia consiguió meterse un "trozo" de brócoli en la boca. Qué nervios. ¿Se atragantará?. ¿Lo asimilará bien su "mini cuerpo"?... .

En ese momento me decía a mi misma "Porque no le daré un puré y listo". Pero sentía que le tenía que dar la oportunidad a mi hija. Que mis miedos no debían de ser un límite para ella.

¿Y que es lo que sucedió?

Los primeros "trozos" no fueron fáciles. Julia utilizaba a menudo el reflejo de la arcada que  los bebes tienen para no atragantarse, y sin ningún tipo de agobio, sacaba el trozo grande y continuaba a lo suyo, intentando dar cuenta de todo lo que poníamos sobre la mesa de su trona. Pasadas las semanas, este reflejo, o mejor dicho, la necesidad de utilizarlo, fue siendo cada vez más esporádico. Es increíble lo rápido que aprenden. Para nosotros no era tan fácil. Cada vez que tenía una arcada, por el estómago me subía un hormigueo que poco a poco también ha ido desapareciendo.

La primera digestión fue rapidísima. Lo pudimos ver claramente en el pañal. No habían pasado ni doce horas de la comida, cuando allí estaba la prueba. Fue una gran alegría, Julia había conseguido coger el trozo de brócoli con sus manitas llevárselo a la boca, masticar sin dientes, tragar y hacer la digestión.

Cuando Julia comenzó a comer fruta, sufrió una erupción cutánea alrededor de la boca. Nos asustamos muchísimo pensando que podía ser una reacción alérgica. Pero resultó que la reacción se debía a el elevado acido que contienen determinadas frutas, sobre todo los cítricos. La erupción la resolvimos en veinte días con mucha hidratación y evitando durante un tiempo ciertas frutas. Ahora, ya no son un problema, aunque por precaucion, siempre hay que asegurarse de limpiarle bien cualquier parte del cuerpo que haya estado en contacto con la comida.

Y por último, que decir sobre la suciedad. Aunque sé que es un tema que no le preocupa a Julia lo mas mínimo, si a las mamas y papas que están pensando en empezar con el BLW.

Manchar se mancha, y no poco. Lo peor para mi era la ropa, pues los baberos tradicionales no nos servían para mucho, pero por suerte, hemos encontrado unos baberos chubasquero que lo soportan todo. Para el suelo, lo que hacemos, es poner una bolsa de basura de las grandes debajo de la trona. Y sobre todo, algo muy importante, kilos y kilos de paciencia, y cuando manche, pues a tratar de no darle importancia, porque como he dicho antes, ellos lo ven como un juego, y no deben ver que nos enfadamos. Según el método, con el tiempo ellos aprenden a no manchar, pero ya os contaré.

Por ahora, seguimos manchandolo todo... jajajaja