jueves, 20 de junio de 2013

Carta de un Niño...a todos los Adultos del Mundo.

El otro día,  me encontré por casualidad con esta bonita carta, y me apetecía compartirla con vosotras. A mi me hizo reflexionar... ¿Y a vosotras? ¿Os planteais qué piensan nuestros hijos? ¿Os asusta esto de Educar?...
La carta, decia así:
No me des todo lo que pido. A veces pido para saber hasta cuánto puedo coger.
No me grites. Te respeto menos cuando lo haces, y me enseñas a gritar a mi también. Y yo no quiero hacerlo.
No me des siempre órdenes. Si en vez de órdenes, a veces me pidieras cosas, yo lo haría más rápido.


Cumple las promesas, buenas o malas.
Si me prometes un premio, dámelo; pero también un castigo.
No me compares con nadie y menos con mi hermano.
Si me haces lucir mejor que los demás, alguien va a sufrir; y si me haces lucir peor que los demás, seré yo quien sufra.
No cambies de opinión tan a menudo sobre lo que debo hacer.
Decide y mantén esa decisión.

Dejame valerme por mi mismo.
Si tu haces todo por mí yo nunca podré aprender.
No me sobreprotejas, aunque sea discapacitado o enfermo.
Son más las cosas que puedo hacer que las que no puedo.
No digas mentiras delante de mí, ni me digas que las diga por ti; aunque sea para sacarte de un apuro.
Me haces sentir mal y perder la fe en lo que me dices.
Cuando yo hago algo malo, no me exijas que te diga lo que hice. A veces ni yo mismo lo sé.






Cuando estas equivocado en algo, admítelo y crecerá la opinión que yo tengo de ti;
así me enseñarás a a admitir mis equivocaciones.
Ayúdame a pensar más en la salud que en la enfermedad.
No me digas que haga una cosa si tú no la haces.
Yo aprenderé y seré siempre lo que tú hagas aunque no lo digas.
Pero nunca haré lo que tú digas y no lo hagas.

Aliéntame en el estudio; no tanto para conseguir éxitos externos,
sino por mi propio crecimiento personal.
Cuando te cuente un problema mío no me digas:
"¡No tengo tiempo para boberías!" o "¡Eso no tiene importancia!".
Trata de comprenderme y ayudarme.
Trátame con la misma cordialidad con que tratas a tus amigos,
porque aunque sea un niño, también soy persona y puedo ser tu amigo.
Quiéreme y dímelo. Me gusta oírtelo decir,
aunque no creas necesario decírmelo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario