BLW: "¿Comemos fuera?"

Una de las ventajas que nos ofrece el BLW, es la posibilidad de comer fuera con los niños, y no morir en el intento.

Hace nueve meses, cuando Julia era casi una recién nacida, recuerdo que una madre con un bebé mayor me comentó: "Aprovecha a comer fuera porque el año que viene no vas a poder hacerlo".

Pues un año después, comer fuera con Julia es posible, y además sin ser necesario hacer preparativos especiales, como por ejemplo, llevar un puré o cualquier otro tipo de comida para bebes..., además claro esta, de no tener que pedir que te lo calienten.

No es que nuestra hija sea especialmente tranquila, o que esté acostumbrada a salir mucho. Lo que ocurre, es que ya tiene el hábito de comer en familia y sobre todo, el de compartir la misma comida que sus padres.

Al principio, cuando le poníamos a Julia la comida en la mesa de su trona, ya fuera en casa o en un restaurante,  para ella era como un juguete, le gustaba experimentar, y como siempre en los bebes, (para que os voy a contar jeje) lo primero que hacía , era llevarse a la boca todo lo que le poniamos delante, por lo que además de comer, se entretenia sola, y no había que hacer que si el avioncito, que si esta por papa... etc.


Ahora, después de coger el hábito, Julia ya no juega tanto con la comida, sino que se dedica a devorar todo lo que cae en sus manos... jaja.

Eso si, hay que tener en cuenta que Julia todavía es un bebe, y hay una serie trucos que solemos emplear cuando salimos fuera. Además, aunque como hemos dicho, no hay que no llevar potitos, ni nada por el estilo... , si que hay varias cosas que facilitan mucho el tema.


Que llevar:

* Algo muy importante, si es posible, es llevarse uno su propia trona. Aunque ahora muchos restaurantes ya suelen contar con alguna, hay veces que te quedas compuesto y sin trona, con lo cual, la cosa se complica un poco. A nosotros nos regalaron una plegable que solemos llevar por si acaso siempre que podemos.

* Imprescindible babero chubasquero.

* Aunque se puede pasar perfectamente sin ellos, solemos llevar cubiertos especiales, para que Julia pueda jugar con ellos e ir aprendiendo a utilizarlos sola. Al principio, pasaba olimpicamente de los mismos, pero poco a poco, como cada vez se fija más en las cosas y nos ve a nosotros utilizarlos, (y es un monico imitador), como no le des su propio tenedor o su cuchara, ya la has liado.

* Al igual que con los cubiertos, también es muy útil llevar un vaso de plástico para evitar tener que preocuparse por cómo se las apañará con los vasos del restaurante (o por si los rompe).
 

* Al final de la comida, solemos limpiar las salpicaduras y los restos que deja por el suelo, (que cada vez son menos frecuentes) con toallas desechables. Esto esta bien si quieres volver al mismo restarurante otra vez... . jeje.

* Llevar algún juguete puede ser bueno si los padres van a tomar copa..., pero solo una, que luego hay que cuidar a la chiquilla ehhh!. jajaja.

Como podeís ver, al final no son pocas las cosas que nos llevamos, pero no muchas más de las que siempre hacen falta, coma como coma nuestro bebe. Uno se deja preparado el "kit" en el coche o en una mochila y listo.

 

Que hacer en el restaurante:

 

* Como los tiempos de espera de los adultos con respecto a los niños no son iguales,  solemos pedir si es posible, que nos saquen alguna cosa para que Julia se entretenga mientras esperamos los platos que hemos elegido (una croqueta, un trozo de pan... etc).

* Si vemos que la comida va a tardar mucho, nos llevamos a julia de excursión a explorar el restaurante, para que no se canse de la trona antes de empezar a comer.

* Comprobar que la comida no queme antes de ofrecérsela en el plato.

* Dejarla que coma sola y no insistir en que coma una cosa u otra. Dejarle elegir.

 

 

Además de todo lo dicho anteriormente la mayor ventaja es que como desde los seis meses está acostumbrada a una dieta normal como el resto de la familia, ha experimentado una gran variedad de comidas diferentes,  y es muy atrevida con los nuevos sabores que le ofrecemos.