"Baby led weaning" Introducción

¿Qué es esto del BLW?

Cuando vas a tener un bebe, a algunas nos da por leer hasta lo que no está escrito acerca del mundo de los niños. Y en uno de esos libros aparecían estas palabrejas en inglés que despertaron mi curiosidad, y que ha provocado que la alimentación de Julia se esté convirtiendo en una divertida aventura.

BLW significa dejar al bebé alimentarse a sí mismo desde el principio del destete.

Metí en Google BLW y pinché en varios videos. Vi bebés que desde los 6 meses comían de forma autónoma, y lo mas importante disfrutando de la comida.  Nada de purés y comida triturada. Vamos, que los bebés se sentaban directamente en la mesa a comer "comida de verdad".



Tortas de arroz, costilla, huevo duro y naranja

A partir de ese momento me empecé a documentar. Hacer algo tan diferente me asustaba y me asaltaban las preguntas. ¿Se atragantara? ¿Estará bien alimentada? ¿Su estomago asimilará los alimentos? ¿Los purés no son mas fáciles de digerir? ...etc

Patata y zanahoria

La conclusión que saqué, es que tenía que tener confianza en Julia porque si hasta ese momento ella había sabido indicarme cuándo y cuánto comer  (pecho a demanda) por qué iba a cortar yo esa autonomía.

Ensalada variada

Otra de las cosas que me planteé fue: ¿Me gustaría que a mí me dieran la comida a la boca? Mi respuesta enérgica fue NO.  Imaginad: 

Te dan de comer cuando puede que no te apetezca. Hasta que no tienes el alimento en la boca, ni ves, ni sabes de que se trata, ni la cantidad que toca esta vez. Aunque siempre tienen la misma textura, hay veces que te puede gustar, y otras que no. Si hay mala suerte, y esta vez no te gusta, no importa, si sacas la comida, otra vez que va para adentro velozmente. Si por casualidad esta vez han acertado con el puré, y te gusta mucho, puede que tengas que esperar a la siguiente cucharada durante lo que parece una eternidad, depende de lo "distraídos" que estén tus padres en ese momento (whatsapp, facebook, sálvame .... jajaja).

A mi me resulta "angustioso" solo el pensarlo.

Así que aparqué mis miedos, confié en la naturaleza, que siempre se dice que es sabia, y dejé a mi hija experimentar y jugar con una patata cocida. Aunque al principio le costo conseguir llevarse un trozo a la boca, hoy dos meses y medio después de esa famosa primera patata, Julia, ya come lo mismo que comemos nosotros, y disfrutamos muchísimo de las comidas que prepara su mamá junto a su amiga cocinera de nombre Thermomix (jajajaja).